Edgar Ávila, el invicto del Valle de Coachella que entrena con leyendas
- EL INFORMADOR DEL VALLE

- 8 may
- 2 Min. de lectura
Valle de Coachella
Edgar Ávila ya está dejando una marca imborrable en el tenis estudiantil del Valle de Coachella. Ávila sumó un nuevo capítulo a su historia deportiva al conquistar su segundo título consecutivo de la Liga Desert Valley (DVL) como jugador individual, completando además su segunda temporada sin conocer la derrota.
Ávila, estudiante de la Coachella Valley High School, se ha consolidado como una figura dominante en el circuito, combinando talento natural con una ética de trabajo poco común en su categoría. Esta combinación llamó la atención de nada menos que Rosie Casals, histórica tenista y miembro del Salón de la Fama, quien decidió involucrarse personalmente en su desarrollo deportivo.
Casals, residente del desierto, supo de los logros de Ávila contactó a su entrenador Larry Salas y comenzó a entrenarlo en sesiones privadas en el Indian Ridge Country Club, donde han trabajado aspectos técnicos y tácticos de su juego. “Rosie me ha enseñado a jugar más agresivo, sin miedo a pegarle fuerte a la pelota. Siempre me dice: ‘¡Golpea la pelota!’”, compartió Ávila. En una de esas sesiones incluso participó Billie Jean King, otro nombre icónico del tenis mundial, en lo que Ávila describió como “un día inolvidable”.
La final de la DVL no se desarrolló como se esperaba. El encuentro apenas había comenzado cuando su rival y compañero de equipo, Blas López, sufrió un calambre severo mientras Ávila lideraba 3-0. Mostrando deportividad, Edgar fue el primero en asistirlo, ayudándolo a recostarse en el césped e intentando estirarle la pierna. Finalmente, el partido fue suspendido y Ávila fue declarado campeón.
Con esta victoria, el joven tenista suma ya tres títulos de liga: uno en dobles durante su primer año y dos consecutivos en individuales “Todo esto se debe al sacrificio y al trabajo constante. Entreno casi todos los días”, señaló Ávila, quien combina sus estudios con una disciplina deportiva que ha comenzado a abrirle puertas importantes. Su proyección es tal que, con un año más por disputar a nivel preparatoria, ya hay quienes lo ven como una futura figura del tenis universitario e incluso profesional.
Edgar Ávila no solo gana partidos: gana respeto, admiración y experiencia de la mano de leyendas. Su historia recién comienza, y el desierto ya tiene un nuevo nombre que seguir de cerca.

















Comentarios